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He estado repasando lo que escribí en las entradas de la dosis anterior y de cierto modo estoy satisfecho. Lo que motivó que retomara esas ideas fue el quinto aniversario del blog y el hecho de que no quería que esos principios se quedaran en palabras. De alguna forma la simplificación de la realidad a la que somos expuestos debe ser superada (para una explicación ampliada los invito a leer cada una de las entradas de la AMS06), y el, en apariencia, insignificante hecho de expandir nuestros horizontes musicales (buscar nueva música, nuevos artistas, nuevos géneros) es un paso en esa dirección.

Lo ideal sería mantener un equilibrio entre lo que recibimos de las interacciones diarias y los resultados de nuestra búsqueda, evitando el aislamiento, preferiblemente, pero si llega a suceder estar conscientes de que muchas veces es necesario para reintegrarse al resto con una perspectiva renovada. Si se ignora esta situación estamos condenados a encontrar muchas decepciones. Además, sólo estando conscientes de esta situación, cada uno puede determinar el momento indicado para volver a reintegrarse, y esto no significa volver al estado en el que nos encontrábamos al inicio. 

Aterrizando en la producción de la que trata esta entrada, esta entrada trae a interesantes exponentes, y este es quizá uno de los más sorpresivos. Habrá que darle seguimiento porque lo que acá muestran es sólo el principio. 

Grande Giocatore

Artista: Lipka

Clasificación: álbum

País: Suiza

Fecha de lanzamiento: 160603

Sello: Evidence Music

Stream
●  bandcamp  ●  deezer  ●  soundcloud  ●  spotify  ●
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Primera escucha: La verdadera primera escucha, cuando conocí a Lipka, fue a finales del año pasado, a través de una emisora por Internet (pueden estar seguros de que las recomendaciones que escribí la dosis pasada están comprobadas). La pista se titula "Marching" y no forma parte de la producción protagonista de esta entrada, sino de antes, una compilación homónima de la música que habían producido desde la formación del grupo en 2009, la cual fue lanzada en 2013, y la volvieron a incluir en 2014, junto con algunas pistas inéditas, en otra recopilación titulada "Spaceship of Love".
Marching es una pista donde todo va de la mano, tan satisfactoriamente como se podría esperar del pop más elaborado y de los proyectos más comprometidos, y este es uno de los rasgos de Lipka, en cada uno de sus cortes se comprometen con lo que sea que presenten. Marching me llevó a escuchar la primera compilación que lanzaron, para mi sorpresa (en vez de la producción bien asentada que esperaba) me topé con todo un despliegue de energía que iba desde la serenidad de Marching, hasta dinámicas que sólo había escuchado en proyectos como Heartsrevolution.

Uno de los detalles que no pasan desapercibidos es la plasticidad de su propuesta, que puede cambiar de presentación casi totalmente y aún así mantener la esencia de Lipka. La química entre Felix Landis y Etienne Maître sólo puede explicarse en términos del tiempo que llevan de conocerse, siendo amigos desde la infancia. El resultado de esto es la seguridad con la que ejecutan y la libertad de componer lo que les plazca, características también presentes en Grande Giocatore pero subordinadas a una línea musical que, esta vez, es mucho más estable y es la que da la pauta de que se trata de su producción más seria.

  

Con un inicio como el que da "Morning" parece que encontramos aquella producción que yo buscaba al recién conocerlos, centrada y donde cada elemento utilizado ayuda a transmitir y refuerza el mensaje. Change es la siguiente pista y de nuevo todo parece encajar de maravilla, además de dar un toque disco que complementa muy bien al inicio. Con "Worth" viene un importante recordatorio, además de seguir con la línea disco; la viveza de las letras sigue allí, por más abstraídos que estemos en la música y por más contenida que esté la energía bajo esta, Felix Landis nos sorprenderá con la letra menos ortodoxa para la pista, y la más sincera, si lo quieren ver así.

"Wolves" representa una desviación de la línea disco y lo que la mantiene dentro del conjunto es la temática y la muy flexible voz de Landis, "Virtua" es la consolidación de la música disco ejecutada y a partir de "Cops" la energía contenida comienza a ser liberada con la aparición del sonido de la guitarra.

La energía no es liberada progresivamente y en cuanto hay una pequeña fuga (como en Cops) aparece "Monkeys", donde canalizan todo en una ejecución que me recordó de cierto modo a Junior Senior. A partir de esa explosión controlada, ya no volvemos a escuchar más disco (al menos no cómo lo habíamos escuchado); "Bottle" parece estar en la misma línea de "Wolves", desarrollo que había, "Care" es interesante porque cumple el papel de unir lo que habíamos dejado de escuchar con el lado electrónico de Lipka (que siempre había estado presente pero no se le había dado oportunidad de protagonizar entre las pistas de corte disco).

Por fin "Dubplate" que inicia acústica y aparenta volver al disco, cuando lo que hace es romper esa inercia con un ritmo más marcado. Un final a la altura de lo memorable.

Sólo no he mencionado a una pista, "Pepinazo", un extraño intermedio con parte del Salmo 23, ubicado justo antes de que "Cops" comience a revelar la energía contenida.

El papel de las guitarras como catalizadores en la liberación de energía es notorio, una vez aparecen transforman la dinámica del álbum en algo a lo que Lipka está más acostumbrado y parece disfrutar más. No digo que parezcan sufrir en el resto del álbum pero están más concentrados en dar consistencia a la producción.

Al final Lipka logra que Grande Giocatore sea un rato agradable y una producción que no deja cabos sueltos, todo se complementa y no lo hacen forzando, saben calcular los tiempos e introducir las pistas tomando en cuenta la secuencia de la producción.

Lipka tiene mucho que ofrecer, y demuestra que puede ordenar lo suficiente su impulso para dar sustancia a sus producciones y así desarrollar nuevas formas de aprovechar la química entre ambos.