sábado, 3 de diciembre de 2016

1612Fa[An]

Llega el último mes del año, y junto con las listas que cada página hace con mucho nepotis... digo, criterio, me leen a mí alegando sobre la no inclusión de las producciones de diciembre (aunque este año algunos deben esperar hasta la segunda semana para ver dónde le hacen espacio a Childish Gambino). 
Plasmar mi inconformidad con la predilección de ciertos nombres grandes de la música se ha vuelto mi firma en las entradas de fin de año, y es que la ya inexistente separación entre los intereses corporativos y el periodismo se hace evidente en el trato hacia ciertos artistas y aún más en la conformación de este tipo de listados. 

Lamentablemente este año no habrá nada parecido por acá, y no lo lamento porque haya algún interés corporativo detrás de lo que se hace en el blog, pero con el atraso de seis meses que tenemos no podemos pretender hacer una lista de favoritos si nos hace falta la otra mitad del año, eso es lo lamentable. Lo que sí trataré de hacer es aminorar esa diferencia lo más que pueda, y ustedes pueden aprovechar para sugerir música y hacernos un poco más difícil salir del enorme inventario de producciones en espera, pero nos harán más significativa esta actividad con su intervención (lo suyo tiene prioridad), sin duda.  





Animal
Artista: Fakear
Clasificación: álbum
País: Francia
Fecha de lanzamiento: 160610
Sello: Nowadays Records
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Primera escucha: Conocimos su música justo hace tres años, a finales de ese entretenido aturdimiento que fue 2013, con un EP llamado Darklands. Parecía un recién llegado, y no me refiero a la calidad de lo que mostraba. En Fakear parecíamos haber encontrado un productor prodigio que con la novedad de su estilo representaba el siguiente paso dentro del chillwave, donde al enfoque vocal, desarrollado en años y producciones pasadas, se le adhería el sonido de un instrumento a forma de que (durante el desarrollo de la pista) uno fuera tomando la forma del otro.
Aclaro de una vez que sí encontramos esas características en Fakear (Theo Le Vigoureux), antes de que continué y suene como si nos hubiéramos topado con una decepción. La única inconformidad la provocó impresión de la novedad, que me hizo pensar que era un debutante.

Si van a su página de Bandcamp podrán encontrar la discografía más completa del artista y allí pueden verificar que la producción más antigua corresponde a marzo de 2011 y que incluso una de esas producciones (Washin' Machine), que data de un año después, podría ser considerada como su álbum debut, con once pistas. Incluso para 2013 ya había lanzado un EP, Morning In Japan (en junio, para especificar más). Es en este último lanzamiento donde funde voces y sonidos humanos junto con la electrónica (principalmente) de cuerdas que practicó en las cuatro producciones anteriores, y lo logra de la forma más majestuosa y armoniosa. 
Podríamos considerar que Fakear ha tenido dos períodos; uno donde sólo lanzaba producciones por cuenta propia (aún lo hace), en las cuales introduce sonidos del mundo real y tímidamente comienza a incluir elementos vocales, y el otro período donde pule lo anterior y lo presenta como su obra maestra bajo el sello Nowadays.    




Animal es la coronación de lo lanzado a partir e incluyendo a Morning In Japan, esto es, Darklands de 2013, Sauvage de 2014 y Asakusa de 2015. Un corto período de silencio seguiría a este último, tiempo necesario para trabajar, y así, una vez avanzada la producción, comenzó una generosa publicación de sencillos en un tiempo no tan extenso, pero largo si se considera el espacio de publicación entre el resto de sus trabajos.
Es aquí donde debo hacer mención a lo siguiente; Si es la primera vez que escuchan a Fakear notarán que mucho del chillwave vocal con el que potenció su estilo no parece nada que no se pueda escuchar en otras propuestas, incluso más comerciales. Tienen razón, el uso de estos recursos ha estado muy presente en estos últimos dos años y se ha convertido en la plantilla base para muchos productores que sobreponen un estilo como una capa de personalización y diferenciación. A lo que quiero llegar con esto es que se debe diferenciar entre aquellos que sólo explotan lo que cada género ofrece y aquellos que trabajan para enriquecerlos y crear algo perdurable. En cuanto a esto, Animal prueba ser un material bien fundado y dirigido, pero que tiene la desventaja de presentarse en un momento cuando la saturación de este tipo de producciones es evidente.

Ahora lo que pido es mucha atención al escuchar el álbum.
Animal está lleno de riqueza sonora y en ningún momento abusa de los elementos vocales para ocultar algún vacío en su propuesta; o lo hace parte esencial de la pista moviendo lo de más a su alrededor y/o lo hace interactuar con lo instrumental de modo que dan la sensación de comunicación o de respuesta a la dinámica de la pista.
Toda esta complementariedad, que es base en el estilo logrado por Fakear, es apreciable sin mucho esfuerzo, pero al desplegarla en todo el álbum la atención se acostumbra rápido y se pierden muchos detalles al dejar el inicio o después de algún pequeño cambio en la pista.



Es sorprendente el hecho de que a todo sonido que es utilizado por Fakear se le pueda dar seguimiento a lo largo de la pista, ningún elemento tiene un papel momentáneo, una vez incluido se vuelve parte de la misma o la impacta significativamente en su desarrollo. Fakear, al hacer del fin la pista y de cada elemento parte de esta, aplica aquello de tratar a todo como un fin y no como un medio. Al escuchar la producción, conscientes de esto, es más fácil (y muy ilustrativo) mantener la atención en cada pista que, por más que pertenezca a un conjunto homogéneo en su estilo, ofrece un espectro de sonidos y ritmos sustancialmente distinto al de las demás.

Podrán argumentar de que el álbum tardó en ser lanzado, y nuevamente tienen razón. Con un panorama acaparado por las propuestas con más medios es difícil que a Animal se le ponga la atención debida y llegue a sobresalir. Ante esto debemos estar conscientes de que Fakear es ya una figura de este estilo, y que Animal es la culminación del mismo proceso (y que en ningún momento el álbum se conforma con esto, busca construirse en base a lo más transmisible de sus predecesores).

Queda hablar de las colaboraciones, tres voces femeninas (Rae Morris, Deva Premal y Andreya Triana) en cuatro pistas, cuya mayor concentración está al final de la producción. Rae Morris y Andreya Triana ejecutan letras, mientras que Deva Premal vocaliza (la clase de intervención que se esperaría de la música new age que produce). Las voces de Rae Moris y Deva Premal se funden muy bien con el estilo de Fakear en sus respectivas pistas (dos en el caso de Morris), es en la colaboración con Andreya Triana donde la voz es la protagonista, la pista más corta del disco y donde se rompe un poco el equilibrio del álbum, la esencia de Fakear se hace menos presente (deberá trabajar más en este tipo de colaboraciones).

Con 14 pistas es interesante que Fakear haya decidido agregar otras tres de bono y, aunque después de escucharlas considero que habría sido mejor agregarlas a la versión estándar, se agradecen. Recién, el viernes (02/12), presentó Vegetal, una compilación de lados B que quedaron fuera de Animal y que sin duda ofrecen otra prueba del esfuerzo aplicado a este álbum. 

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