Estoy casi segura que todos, o por
lo menos la mayoría de los que están leyendo este artículo, tenemos un artista
musical favorito. Sé lo que piensan: “Yo no tengo uno, tengo varios” y no
quiero decepcionarlos, pero esa afirmación es tan falsa como el talento como DJ
de Paris Hilton. Siempre, siempre… SIEMPRE, van a tener cierto favoritismo
hacia una canción, un álbum o un grupo en específico. Y no mientan que sus 230
reproducciones de “Da Funk” no les ayudan en nada. El punto es, que así como
tenemos un artista sin el cual no podríamos sobrellevar el día, también tenemos
cierta fecha del año que esperamos con ansias y que cuando llega nos sentimos
tan felices y relajados como una canción de Vampire Weekend, es ese día del año
que nos da fuerzas para soportar el resto.
Entonces ¿Qué
pasaría si tuviéramos que traducir algunas bandas a fechas en el calendario? Muy
seguramente tendríamos algo como esto:
Primer día de clase: The Black
Keys.
¿Recuerdan esa sensación de
incertidumbre, nerviosismo, emoción y desesperación que se sentía en el
estómago el día antes de iniciar las clases? Hablo de la primaria, cuando la noche
anterior al primer día de clases no podías dormir en toda la noche a causa de
ese extraño, pero hermoso miedo (lo cual es ridículo ahora que ya eres una
persona madura, seria y con responsabilidades ¿Cierto?). Tus expectativas eran
sumamente altas, tenías la esperanza de que te tocara en el mismo salón que tus
amigos, que tu profesora fuera aquel bello ángel amable y amigo de los niños
que nunca dejaba tarea, te daba minutos de descanso y jamás regañaba a nadie, y
que tus nuevos compañeros fueran personas interesantes, con padres millonarios
(tal vez astronautas o estrellas de rock) que se harían tus mejores amigos y
que jamás se separarían de ti por el resto de tu vida. Con estos pensamientos
lograbas conciliar el sueño y todo para que al día siguiente despertaras sólo
para darte cuenta de que la vida te había engañado una vez más, pues al final
eras el único de tus amigos que estaba en ese salón, tu bello ángel se
transformaba en la gorda Sra. Bertha, un fósil desalmado que muy probablemente
desayunaba niños como tú en las mañanas y los nuevos compañeros eran niños
raros con problemas de socialización. En el mejor de los casos terminabas en el
“mejor salón”, con tu amigos y no había compañeros nuevos. Cualquiera que sea
el resultado, siempre terminabas decepcionado con lo que tenías.
Lo
mismo sucede con los Black Keys, esperas con emoción verlos en vivo, te
preparas psicológicamente para el gran espectáculo que te darán y al final te
das cuenta de que tu euforia te había cegado y que ese “gran espectáculo” que
habías esperado toda la semana no era sino una mentira más de la mercadotecnia.
Pueden sonar bien sus canciones y ser pegajosas, pero a la hora de demostrar su
talento en vivo, no son más que aquel niño que a simple vista podría parecer el más popular de la cuadra
por tener un balón de fútbol nuevo, pero que no es más que un raro, sin amigos
que disfruta de decirle a todos que Santa Claus son los papás para burlarse de
su desilusión.
Vean cómo se ríen de la forma en la que nos engañan.
Fiestas nacionales: Bufi.
Lo característico de esta
“categoría” es que es relativo al país en donde vivas, pues normalmente son
establecidas conforme a hechos históricos importantes dentro de la región y que
tiene sin cuidado al resto del mundo. Sin embargo, tienen lo necesario para
colocarse, por lo menos, a ser celebradas a nivel internacional, son fiestas
pequeñas que están sumergidas dentro de la cultura de cada lugar y no sólo
pueden reducirse a fechas, sino a eventos importantes como quermeses o ferias,
el caso es que son recibidas con gusto (el que me diga que no le gusta perder
días hábiles porque sí, que arroje la primera piedra). En mi caso podría
mencionar en esta sección a “Bufi” Mateo González un productor y DJ mexicano,
que debo admitir, no tiene mucho que entró a mi biblioteca musical, y que me
gustaría que más personas alrededor del mundo lo conocieran. Y no sólo por el
hecho de que es de la misma nacionalidad que yo (¿Cuánta basura “musical” no
hay en tu país?) sino porque sus producciones son buenas y da gusto que no sólo
los internacionales sean los que se lleven todos los aplausos. Lamentablemente,
al igual que el 5 de Mayo en México (les dejo de tarea investigar) es conocido,
más no celebrado, pero tengo el consuelo de que gracias a esta máquina
maravillosa llamada “internet”, al igual que el “Seollal”, cada vez más gente
llega a él y lo acoge como suyo, ya sea por noticias, videos, recomendaciones
de amigos o pequeños blogs de música guatemaltecos.
El buen Bufi en el CC12. Hermosa presentación, por cierto.
Día de San Patricio, día de
acción de gracias, “Black Friday”… (básicamente todos aquellos días agringados):
Calvin Harris.
Irónicamente algunos de estos días
comienzan formando parte de la categoría anterior y se transforman es grandes
fiestas que tienen como único objetivo hacer que las personas gasten todo su
dinero en celebrarlas. Son esos días internacionales que inician con una idea
básica y sencilla, como reunirte con toda tu familia a celebrar una cena, la
idea original es buena, divertida y tiene un objetivo verdaderamente sano, pero
como sucede con todo lo bueno que no requiere de mucho presupuesto, llega
aquella bestia hambrienta de capital llamada “Industria” a meter sus garras en
ella. De pronto te das cuenta que la celebración tiene más propaganda, pero no le
das suficiente importancia, supones que como has crecido, probablemente siempre
haya sido así y simplemente no te habías dado cuenta, además, la esencia sigue
siendo la misma. Los años siguientes puedes ver que en distintas partes del
mundo ya es conocida y que a pesar de no ser oficial, es celebrada por un
número considerablemente grande de personas, al mismo tiempo también logras ver
que la celebración como la conocías ya no es lo que era… Ya hay de todo acerca
del día, tazas conmemorativas, festivales, desfiles y camisetas, y eso no es lo
malo, sino que la fiesta ya es completamente algo diferente a lo que tu
conocías, la esencia no es o siquiera se acerca a lo que era, ha perdido la
idea original y nadie se preocupa por
recuperarla, están demasiado ocupados pensando en cuál será el próximo
medio para comercializarla aún más y que las personas gasten una mayor cantidad
de dinero el próximo año. Lo peor es que, cada vez que tratas de puntualizar
que la calidad era mejor antes, eres denominado “hipster” (lo cual, gracias a
todas estas modas, la mayoría de las veces el término está en lo correcto). Al
final, terminas superándolo, es muy triste pero ¿Qué se le puede hacer?
Solías ser tan chévere, Calvin.
“Domingo por la mañana” (A.K.A.
“Mi rutina por favorita") : Electric Guest.
Es aquella rutina a la que llegaste
por accidente, después de una semana pesada, agitada y asquerosa, no recuerdas
exactamente cómo y cuándo la descubriste, sólo sabes que te encanta y que es la
razón por la que sobrevives a tu triste semana. Es aquel tiempo que tienes para
ti, en el cual nada te molesta y puedes sentarte a relajarte ya sea leyendo un
libro o sólo dejando el tiempo pasar sin sentirte culpable por perderlo. No hay
absolutamente nada malo que le encuentres a tu rutina, nadie te va a quitar ese
hermoso momento que es tuyo y sólo tuyo.
Arriba: descripción gráfica de mis domingos.
Por lo mucho que intentes compartirlo
con alguien, no lo entenderá, le verá el lado malo, aburrido y querrá quitarte
tu ilusión, y es porque es un momento único para cada persona, que tienen que
descubrir por ellos mismos sin la ayuda de nadie, así como llegó a tu vida tan
espontánea y mágicamente, así llegará a la vida de tu amigo en algún momento.
Pero no te preocupes si no logran comprenderte enseguida, ya verás que a las
dos semanas de que hayas sido rechazado con un “¿Eso es todo?” acompañado con
una cara de desprecio hacia tu descubrimiento, llegará esa persona a decirte
“¡Mira lo que encontré!” y aquí hay de dos: puede que sea la misma rutina que
sigues, en este caso sólo te queda callarte y aguantarte el grito de “¡Eso te
lo enseñé hace semanas!”. O puede que sea algo completamente diferente a lo
tuyo, lo cual probablemente no logres reconocerlo a simple viste y ahora seas
tú quien de el “¿Eso es todo?” de desprecio y quién lo descubrirá un par de
semanas después. Cómo sea, es inútil tratar de compartir este tipo de momentos,
lo único que queda es esperar a que las demás personas que no disfrutan de
pasarla bien con lo sencillo se den cuenta de lo que se pierden. (¿O tal vez
eso no sea lo mejor?)
El paso del cometa Halley: Daft
Punk.
Predecible ¿No creen? Siendo que
este blog está dedicado a, lo que me gusta llamar “la fanaticada Dafter”, sería
un poco absurdo que no incluyera en esta nota a la pareja robótica. Lo primero
que vino a mi mente cuando traté de relacionar a este par con algún suceso del
año fue “la alineación de los planetas”, por ser algo que no sucede a menudo.
Sin embargo (y luego de descartar muchas otras ideas) llegué a la conclusión de
que lo que más se acercaba a este artista era el paso de Halley. Pero primero
hablaré un poco de este astro. Es un cometa grande y muy brillante que orbita
alrededor del Sol y cada determinado tiempo se puede ver desde la Tierra, es un
cometa importante, muy bonito y “raro”, sin embargo el periodo que tarda en
pasar junto a la Tierra es relativamente “no tan largo” de lo que pareciera,
pues puede ser visto dos veces en una vida. Así son los robots: esperados por
muchos, reconocidos a nivel mundial y brillantes (literalmente brillan, pues
son de metal...).
...además de verse pertubadoramente sexy en esos trajes.
Los fanáticos afirman que su regreso puede tardar bastante
tiempo (la espera puede ser fatal para algunos) sin darse cuenta que los
mortales que están haya afuera van por la calle y dicen “-Oh mira, ese grupo
tiene nuevo material. -¿Qué no acaban de sacar ese video que tiene dibujitos
azules? -¿Cómo pitufos? –Sí, precisamente.” El punto es que, no importa si Halley es estudiado por todos o si llevan el "día a día" de sus noticias (¿Sabían que algunos restos del cometa cayeron hace un mes sobre Temuco,
Chile? Por supuesto que no, pues han de ser “posers” que sólo conocen su nombre) todos, por lo menos una vez en su vida han escuchado pronunciar su
nombre en la televisión, la radio o (¡Claro!) en internet y si no han tenido la
oportunidad de verlo en vivo y poder disfrutar de esa hermosa y mágica
experiencia que es la aparición en el cielo del cometa, por lo menos han
buscado en internet de lo que se trata y como es que ve. Al final, puede que a
muchos no les impresione ese espectáculo o que no encuentren nada
interesante en un haz de luz que se ve cada 75 años, pero lo interesante no se
lo puede desacreditar nadie.